MIÉRCOLES 29 DE ABRIL DE 2020
Ø LENGUA:
Leed esta lectura hecha por un niño de
once años. Seguro que os gustará. Después os haré algunas preguntas y actividades
usándola.
EL ALEGRE FELIPE
En
algún cole de Murcia, de cuyo nombre habla la gente, llevan años con muy pocos
alumnos... Cada vez que a alguien se le ocurre preguntar la cosa termina igual:
una familia asustada.
A
mi siempre me han interesado los misterios y no tuve reparos en preguntar a
todos los miembros de mi familia que habían ido antes al colegio...¡Uy, casi se
me escapa el nombre!-
Mi
abuelo Andrés, que siempre era el que llevaba la voz cantante en su clase, fue
quien más me contó de ¨las cosas raras que ocurrían en el cole¨. De lo que más
hablaba era de cómo parecía que alguien cambiaba las cosas de sitio por las
noches. Sus maestros eran mucho más serios que los de ahora, y no dejaban pasar
una tontería, así que cada vez que algún niño (las niñas estaban separadas)
decía “en este colegio hay duendes¨, acaba con los brazos en cruz, cargado de
libros y frente a la pared. Por eso mi abuelo y sus amigos, que eran unos
pillos, manejaron el asunto sigilosamente.
Como
sus casas estaban al lado del patio era también su zona de juegos de las
tardes, así que no era raro para sus madres que se les hiciera incluso de noche
jugando. Mi bisabuela le repetía constantemente : ¨¡ni se os ocurra entrar al
colegio de noche!.
´¿Por
quéééé?¨- Preguntaban mi abuelo y sus amigos.- ¨Porque lo digo yo y punto
pelota¨- Respondía siempre mi bisabuela. Y eso hacía que se interesaran aún más
por descubrir qué había de extraño en
este cole.
Dando
vueltas y vueltas a la cabeza por fin se les ocurrió preguntar a la persona que
más tiempo llevaba en el colegio (además de Antonio el ¨tripitidor¨) : el
conserje Ginés.
Todo
el mundo respetaba al conserje, no por educación, sino por miedo a sus manos
largas...Pepe, el mejor amigo de mi abuelo, era un inconsciente y no pensaba
antes de hablar ni para preguntar la hora, así que ni corto ni perezoso una de
esas tardes esperaron que anocheciera y no quedase ni un niño en la calle para
entrar al colegio.
Pepe
fue el encargado de distraer a Ginés, al que hablándole de fútbol lo tenías
embobado. Mientras, mi abuelo y los demás entraban derechos a la biblioteca
porque allí era donde más se notaban los cambios (libros cambiados de sitio,
sillas ordenadas por tamaño...).Llevaban una linterna muy pequeña, así que
caminaban agarrados y mirando por todas partes.
Pasado
un rato Ginés tenía la mosca detrás de la oreja y mandó a Pepe a su casa y no
pudo avisar. Los chicos estaban mirando por los rincones de la biblioteca, las
caras de los libros les tenían asustados, el sonido de las persianas movidas
por el viento tampoco ayudaba mucho la verdad. El valiente de mi abuelo
preguntó sin más ¨si hay alguien aquí que se manifieste¨; una de las sillas se
movió bruscamente y la estampida de niños fue instantánea.
No
les dio tiempo a salir porque alguien les estaba esperando...Ginés les echó la
bronca de sus vidas, pero cuando estaban más calmados les contó la historia de
Felipe el alegre.
Felipe
era un niño al que le encantaba el colegio y leer sin parar. Había ido al
colegio cuando el padre de Ginés era conserje hasta que un día sus padres y él
no dieron señales de vida... Los vecinos contaron que se fueron a vivir a otra
ciudad, pero el estado en el que dejaron la casa no pintaba nada bien...Nadie
volvió a saber de ellos, ni comprobar que Felipe iba en esa mudanza. Desde
entonces comenzaron los ruidos y el ordenar por las noches. Todos los niños que
estudian en el cole oyen la historia de los duendes, pero sólo unos pocos
sabemos, gracias a Ginés, que el alegre Felipe se quedó en el cole.
Y
esta historia acaba aquí. De vosotros depende creer o no que haya niños a los
que nos gusta el cole.
Preguntas:
-
¿ Crees que pasó de verdad?.
-
¿ Te han contado alguna vez una historia parecida?.
-
¿ Nos cuentas una inventada por ti?.
-
Por último, usa colores diferentes y escribe en tu
libreta todos los sustantivos, adjetivos, formas verbales (verbos) que
encuentres en la lectura.
Ø RELIGIÓN // VALORES:
Hacemos una propuesta
concreta para reflexionar sobre la dedicación a determinados trabajos solo por
hombres y preguntamos, para que reflexionéis por escrito, ¿cualquier hombre o
mujer puede hacer mismo trabajo?. Es
decir, ¿hay “trabajos femeninos” y “trabajos masculinos?”. Con este vídeo
pensaréis mejor:
https://youtu.be/pJvJo1mxVAE